Caso JongKey:
Jonghyun entró a su casa pensando aún en lo que había ocurrido hace unos segundos con Kibum, realmente ¿lo iría a recoger todas las mañanas? Todo le parecía muy confuso, pero había algo bueno más allá de ello y era que ese chico le agradaba.
Siempre se le olvidaba que compartía casa con su mejor amigo de infancia Choi Minho el cual estudiaba la carrera de preparador físico, estaba en su segundo año. Amante de los deportes en especial del futbol. No había partido que se perdiera, también era amante de las fiestas y la diversión.
Jong seguía sumido en sus pensamientos mientras se adentraba en la casa, una voz familiar lo sacó de su ensoñación.
—¿Qué haces en casa tan temprano? —Minho parecía sorprendido.
—Yo… tuve un pequeño inconveniente con mi ropa —dijo Jong mostrándole su camisa.
—Ya veo, no me digas que otra chica trató de llamar tu atención.—Comentó divertido Minho.
—No te burles rano baboso. Fue un accidente y no fue una chica, fue un chico —dijo Jong sacándose la camisa.
—Ok. No me burlo más de ti y ayúdame a preparar el almuerzo, mira que no desayune. —Dijo Minho sonriendo.
—Está bien déjame cambiarme y te ayudo.—Respondió Jong entusiasmado.
Luego de que Jjong se cambió de ropa, ambos prepararon el almuerzo. Mientras comían Jong se animó a contarle todo el asunto del accidente del café y lo que había pasado cuando iban de camino a casa. A pesar de la gran confianza que se tenían Jong no le contó lo del acuerdo con Kibum para que lo recogiera por las mañanas ya que sabía que aunque su amigo lo apoyara incondicionalmente, éste lo molestaría e insistiría en conocer a Kibum.
La tarde pasó rápidamente y Jong cayó rendido en su cama, durmió como un bebe toda la noche. Cuando la mañana llegó se levantó de su cama sin ningún pesar, como todos los días ya casi estaba listo para irse a la universidad. Faltaba poco para las 7 de la mañana.
Key estacionó el auto frente a la casa de Jonghyun, tomó su teléfono y envió un mensaje para hacerle saber que ya estaba afuera en su espera. No pasaron ni dos minutos cuando un muy bien parecido Jong apareció por la puerta deslumbrándolo con su blanca y hermosa sonrisa.
—Bueno pues, sube al auto—dijo Key sin dejar de mirarlo.
—¿Realmente vendrás por mi todas las mañanas? —preguntó Jong curioso.
—Claro, ¿pensaste que era broma? —Key lo miraba atónito.
—La verdad no pensé que lo harías, pero ya que estas aquí aceptaré tu aventón todos los días. —Jong sonreía nervioso.
Cuando Jong entró al auto no pudo evitar sentirse nervioso, Key lo miraba extraño. <<este chico me mira como si me quisiera comer>> pensaba Jong para sus adentros.
—Y bueno Jonghyun, ¿qué estudias tú? —dijo Key desentendido tratando de parecer tranquilo.
—Yo estudio pedagogía en música, estoy en tercer año—contestó el castaño animado.
—¡Oh! yo también estoy en tercer año de la carrera, estudio diseño—Key cada vez parecía más interesado en la pequeña platica.
—¡Aaah! que bien, oye… ¿podrías para en la cafetería que está en la próxima esquina? —dijo Jong tímidamente.
—¿En la cafetería?, ¿tienes hambre? —preguntó Key preocupado.
—¡Oh no!, es que todos los días paso por mi café y mi dona de chocolate— contestó Jong avergonzado.
—Está bien bajaremos a comprar tu desayuno—dijo Key estacionando el auto.
Jong bajó apresuradamente del vehículo y seguido por Key entraron a la pequeña cafetería.
—Quiero el americano y la dona de chocolate de siempre por favor—dijo Jong amablemente dirigiéndose a la chica tras el mostrador.
—Waaaa ¿te gusta el americano?—Key no pudo ocultar lo sorprendido que estaba.
—Sí, amo la combinación amargo y dulce por la mañana.—Jong parecía fascinado con su desayuno.
—Entonces que sean dos americanos y dos donas de chocolate señorita.—Dijo Key animado.
Volvieron los dos contentos con sus desayunos al carro para seguir el camino a la universidad. El resto del trayecto se mantuvieron en silencio ya que los dos disfrutaron de las donas con el café. Cuando por fin habían llegado Jong bajó del auto agradeciendo le a Key que lo haya recogido.
—¡Pasare por ti mañana a la misma hora!—exclamó alegremente.
En todo el día Jong no pudo dejar de pensar en Kibum y sus detalles, aunque no podía evitar ponerse nervioso. No quería apresurar las cosas pero ese chico le provocaba mucha ternura y aunque muchas veces en el auto se sintió intimidado por él, quería seguir conociéndolo y frecuentándolo. Su compañía lo hacía sentir cómodo.
A la mañana siguiente Jong volvió a recibir el mensaje que decía que ya estaban esperando por él en la entrada, cuando salió de la casa, subió al auto sin pensarlo mucho, saludó a Kibum provocando una gran sonrisa en el rostro contrario; Kibum volteó al asiento trasero y le acercó una cajita verde que se le hizo muy familiar.
—Me adelante y pase por el desayuno —Kibum parecía avergonzado.
—Yo… no tenías que molestarte —dijo Jong muy sorprendido.
—No te preocupes, no es una molestia.—Esta vez Kibum sintió como sus mejillas se tornaban rojas.
—Kibum eres muy amable —Jong parecía un niño mientras tomaba su café y comía la dona.
Kibum quería proponerle que salieran después de clases, quizá que tomaran un helado, pero le resultaba muy difícil poder invitarlo a salir así que lo dejó pasar.
Los días pasaban y cada mañana Kibum pasaba por Jonghyun, se les había vuelto rutina y ambos se sentían bien con eso, pero para Kibum no era suficiente, él estaba enamorado de Jong y quería pasar más tiempo con él, necesitaba ser claro con sus sentimientos y buscar la ocasión para declararse. Cada vez era más difícil resistirse y controlarse delante de su eterno amor.
Cuando ya había pasado una semana desde el incidente del café, Kibum se animó y decidió invitar a Jong a tomar un helado y éste aceptó. Esa tarde Kibum pudo conocer más de su amado, pasearon por el mall tomando un helado y disfrutaron conversando de cosas sin sentido. Cada vez se volvían más cercanos, Jong sentía que su amistad crecía cada día más, aunque sentía que no era tan sólo era amistad y eso lo asustaba un poco, por otro lado Kibum se sentía cada día más enamorado y feliz.
Cuando por fin decidieron que ya era tarde y que debían volver a casa Kibum recordó que tenía que pasar a recoger unas telas para su próximo proyecto.
—Jong debo pasar a buscar unas telas a la casa de una amiga y después te paso a dejar a tu casa ¿te parece bien?—le preguntó preocupado.
—Kibum no te preocupes tomaré un taxi—respondió Jong de manera amigable.
—Jong lo siento mucho, se me había olvidado—Kibum estaba muy apenado.
—No te preocupes, estaré bien —le restó importancia Jong con una bonita sonrisa.
Se despidieron amistosamente, Key le pidió a Jong que cuando llegara a casa lo llamara para él quedarse tranquilo sabiendo que el moreno había llegado bien y el castaño aceptó. Cada quien siguió su camino y así la tarde concluyó.
Cuando Jong llegó a casa se encontró conMinho sentado frente al televisor, para variar viendo futbol, colocó sobre la mesa unas cosas que había comprado de camino a casa y se dirigió a su habitación.
—Minho me iré a la cama, estoy cansadísimo.
—Ok Jong, descansa.
Esa fue toda la plática que tuvieron, Jong se sentía cansado pero feliz, le había encantado salir con Kibum se habían divertido y sus conversaciones eran nada productivas pero ellos se entendían. Se recostó en la cama con todo apagado; sacó de su bolsillo el celular y le marcó a Key para avisarle que ya estaba en casa.
—Hola—Kibum contestó de inmediato.
—Kibum ya llegué a casa—Jong parecía soñoliento.
—¿Llegaste bien?—Kibum sonaba muy maternal.
—Sí, llegue bien y ya estoy en la cama listo para dormir—Jong le sonreía al teléfono como si Kibum lo estuviese viendo.
—Que bien, yo aún no puedo irme a dormir debo preparar unas cosas para mañana. —Kibum no podía creer que a esas horas y luego de pasar todo el día con Jong seguían hablando.
—Aaah! ¿Quieres que te haga compañía hasta que te puedas ir a dormir?—Jong no sabía bien lo que decía ni por qué, pero no quería dejar de hablar con Kibum.
Kibum se quedó en silencio, esto ya era más de lo que podía pedir.
—Claro que quiero tu compañía, pero te va a salir muy cara la llamada—Kibum no quería parecer desesperado por la compañía de Jong.
—No te preocupes, el teléfono lo paga mi amigo—ambos estallaron en risa.
Así estuvieron por mucho rato, hablando de varias cosas y cuando se dieron cuanta ya llevaban dos horas pegados al teléfono. Finalmente Kibum cortó la llamada cuando notó que Jong se había dormido mientras él le contaba sus aventuras de niñez. Se sentía feliz, habían acordado ir al cine el domingo por la tarde, Kibum sentía que era su oportunidad para declararse y confesarle su amor sólo esperaba que Jong le correspondiera.
Llegó el domingo y Kibum nervioso se preparaba para salir a reunirse con Jong, esa tarde prometía mucho.
Quedaron en que se reunirían en la entrada al cine y ahí se encontraba Kibum muy perfumado y ansioso con las manos sudadas, también un poco tembloroso. Esperaba poder tener las agallas para llevar a cabo su proposición.
Al cabo de unos minutos llegó Jong muy sonriente y amistosos decidieron ver una película de terror que estaba en cartelera y aun siendo el cobarde más grande del mundo Kibum aceptó, sólo porque Jong se lo pedía. Vieron la película tranquilamente, aunque más que ver la película Jong reía de los gritillos que daba Kibum cada dos o tres minutos. Cuando finalizó la película decidieron ir a cenar, ambos estaban hambrientos y Kibum necesitaba un poco más de tiempo para poder declararse.
Parecían muy animados y muy entretenidos, Jong no para de hablar y de comentar lo divertido que fue oír los gritillos de Key durante la película. Ambos reían hasta que el rubio tomó la palabra.
—Jong yo quería decirte algo muy importante—Kibum estaba nervioso ante la posible reacción de Jong ya que no sabía exactamente como reaccionaria el castaño ante su confesión.
—¿Qué pasa Kibum?—Jong parecía preocupado ante la seriedad del rubio.
—La verdad no sé cómo decirte esto y no quiero que lo tomes a mal —dijo Kibum muy nervioso.
—Kibum me estas asustando—el castaño realmente estaba preocupado y por su cabeza pasaban miles de cosas.
—No Jong, no te asustes, lo que pasa es que… me gustas desde el primer momento en que te vi, y este tiempo que llevamos siendo amigos he querido decírtelo, pero por alguna razón tenía miedo. Yo ya no sé qué más decirte —el rubio parecía aliviado después de haberse confesado.
—Kibum yo… tú me agradas y me gusta pasar tiempo contigo… pero —Jong se quedó en silencio.
Ambos se miraban fijamente. Kibum observaba atentamente a Jong, anhelaba saber lo que estaba pensando el castaño, necesitaba que le diera una respuesta a su confesión. Jonghyun rompió el incómodo silencio que se había formado.
—Kibum, no sé qué decirte. Tú me agradas mucho y me siento bien cuando pasamos tiempo juntos, pero… no sé aún si esto pueda llegar a ser algo más que una amistad. Yo…—Key lo interrumpió.
—Está bien, lo entiendo, a ti te gustan las mujeres y yo… lo siento Jong —Kibum estaba muy apenado.
—No Kibum, no se trata de si eres hombre o mujer, el asunto es que yo no me siento preparado. Es decir, no me gustas lo suficiente como para estar contigo en una relación.—El castaño trataba de ser lo más claro posible con sus palabras.
—Entiendo, creo que será mejor que te lleve a casa, ya es tarde. —Kibum no podía borrar lo decepcionado que estaba de la situación, nada le había salido como él lo esperaba.
Ambos caminaron en silencio hasta el auto, al parecer la tarde ya no era tan entretenida, Kibum entró al auto sin siquiera mirar a Jong, éste por su lado se sentía muy apenado, pero estaba siendo sincero, aún no se sentía tan atraído por el rubio como para tener una relación con él. El trayecto hasta la casa del más bajito fue en completo silencio. Cuando Key aparcó el auto frente a la casa Jong lo miró tímidamente para sólo sonreírle en forma de despedida.
—Pasare por ti mañana temprano, como todos los días—habló el rubio sin siquiera voltear a mirar a Jong.
—Ya no tienes que hacerlo Kibum, quiero irme a la universidad por mí mismo. —Jonghyun parecía muy confundido.
—Jong no quiero que por mi estúpida confesión de hace un rato perdamos nuestra amistad, sólo haz como si nunca te lo hubiera dicho. Pasare por ti a las 7.—Kibum sonrió.
—No es eso Kibum, sólo quiero ir a la universidad por mí mismo, si quieres nos veremos en el almuerzo podemos comer juntos—dijo Jonghyun mientras bajaba del auto.
—Está bien, te veo a la hora del almuerzo. ¡Adiós!—dijo Kibum retomando su camino.
Kibum siguió su camino hasta llegar a su solitario departamento. No podía creer todo lo que había pasado, se arrepentía tanto de haberse confesado tan pronto, quizá debía haberle dado más tiempo para que se conocieran, pero él ya no podía seguir ocultando lo que sentía, quería a Jong a su lado y todo lo estaba haciendo mal.
Esa noche no fue buena para ninguno de los dos, no pudieron dormir. Cada quien estaba sumido en sus pensamientos, Kibum con el pensar de que se había apresurado y Jong pensando en que había sido un tonto al rechazar así a Kibum, se sentía atraído, pero no quería apresurar las cosas, pero de que si quería a Kibum a su lado, lo quería.
Los días pasaban y ahora ambos sólo se veían a la hora del almuerzo, disfrutaban de la comida y luego cada uno volvía a sus clases correspondientes. En las tardes Jong buscaba algún motivo o excusa para llamar a Key preguntándole hasta como debía combinar la ropa para dormir. Poco a poco Jonghyun se empezaba a sentir atraído por Kibum, pero aún no lo quería reconocer.
Ese día, ya el último de la jornada universitaria por esa semana. Ambos habían acordado pasar la tarde juntos luego del almuerzo, los dos tenían libre y sólo querían divertirse. Jong decidió que como sería una tarde especial debía preparar el la comida para ambos, como no era muy hábil en la cocina sólo preparó bocadillos simples acompañados de arroz y unos pequeños sándwiches. Los guardó en una pequeña cesta y salió para la universidad, ese día seria especial al lado de Kibum.
La mañana había pasado muy rápido y sólo faltaba una hora para el almuerzo,Jonghyun se encontraba ansioso y muy feliz ya casi vería a Kibum. Su celular vibró en su bolsillo indicándole que tenía un mensaje.
“Jonghyun no podré comer hoy contigo, recordé que tengo cosas que hacer esta tarde, lo dejamos para otra ocasión lo siento :D Kibum”
Los ojos de Jong se aguaron, pero los secó rápidamente para responder el mensaje.
“No te preocupes, me surgieron otros planes lo dejamos para otro día :D Jong.”
Frustrado y muy enojado,Jong tomó todas sus cosas al sonar el timbre que indicaba que la clase había terminado y salió muy apresurado para ir a casa. Cuando pasaba por los estacionamientos de la universidad vio aparcado el auto de Kibum, pensó en acercarse, pero vio que otro chico subió al carro por el lugar del copiloto, Kibum se encontraba en el auto muy sonriente. Vio el auto partir y sus ojos otra vez se aguaron.
No podía creerlo, Kibum lo había plantado para salir con otro chico y éste era muy apuesto. Acaso Kibum ya no sentía nada por él. La curiosidad le incrementó,tenía que saber dónde y con quién estaba Kibum, no era que estuviera celoso se dijo a sí mismo, , sino que debía de cuidar a sus amigos. Marcó el número de Kibum sin saber que le iba a decir.
—Jong ¿Qué pasa?
—¡Kibum tengo un problema!—fue lo que se le ocurrió más rápido.
—Jong ahora no puedo ir por ti, estoy ocupado—Kibum hablaba muy seriamente.
—¡Aaah ya veo! Pero no quiero que vengas por mí, es sólo que… tengo una cita y no séqué ponerme, ayúdame por favor—no podía creerlo, pero fue lo único que se le ocurrió.
—¿Aqué hora es tu cita?—Kibum parecía indiferente a las palabras de Jong.
—A las 8 y ya son las 3 ¡Kibum por favor!
—Ok, pasaré por ti a las 6 para ver qué puedo hacer.
—Kibum, muchas… —pero no pudo terminar de hablar porque el sonido de que la llamada había sido terminada, se oyó al otro lado de la línea.
Si, Kibum le había cortado el teléfono, para Jong fue algo terrible, ahora tendría que esperar a que Kibum fuera a buscarlo para ayudarlo con una cita que no existía y lo peor con su llamada no había conseguido nada de sus propósitos, no pudo averiguar ni dónde estaba Kibum ni con quién estaba.
Por otro lado Kibum se había reunido con el abogado del chico que había chocado su auto. El chico con el que lo vio Jong en el estacionamiento de la universidad era Lee Joon.
Se reunieron ahí porque Joon había ido a dejar los papeles médicos de su novio por la caída que había tenido hace algunos días y aprovechó para reunirse con Kibum y conversar sobre algunos puntos importantes antes de llegar a un acuerdo final.
Estuvieron dos horas conversando mientras almorzaban, a Kibum le parecía razonable el acuerdo que Joon le ofrecía para el arreglo del auto. Quedaron en volver a verse en un par de semanas donde también asistiría el chico del accidente para firmar los papeles y comenzar con la reparación del auto.
Cuando el encuentro con el abogado Joon terminó,Kibum emprendió su camino a casa de Jong, aunque no se lo había demostrado la llamada de Jong no le había gustado, el saber que sólo lo llamaba para que lo ayudara con una cita, eso lo desmotivó. Estacionó el auto frente a la casa del moreno y sacó su teléfono.
“Estoy afuera de tu casa, sal rápido no tengo mucho tiempo”
Segundos después apareció Jong en la puerta haciendo señas para que entrara, Kibum bajó del auto y se dirigió hacia la casa. Estaba muy avergonzado, era la primera vez que entraba a esa casa, siempre se preguntaba cómo sería por dentro. Jong le indicó para que se sentara mientras le traía algo para beber.
—Jong… ¿con quién vas a salir?—Kibum parecía curioso.
—Con un amigo—Jong habló sin mirar al rubio.
—¡Aaah! Entonces debes ponerte lo mejor que tengas, vamos muéstrame tu closet.—Kibum luchaba con todas sus fuerzas para que sus celos no fueran revelados.
Kibum comenzó a mirar la ropa de Jong y la verdad no tenía mucho en que ayudarle. Jong siempre se vestía bien, sabia combinar los colores. Kibum tomó un conjunto no muy llamativo y se lo acercó.
—Ponte esto te verás bien y de seguro a tu amigo le gustará—Kibum sonrió irónicamente.
—Gracias Kibum, eres de mucha ayuda.—Jong parecía entusiasmado con el sólo hecho de que Kibum estuviera en su casa.
—Bueno ahora me tengo que ir —Kibum ya estaba aburrido y no estaba seguro de poder seguir aguantando sus celos.
—Kibum… yo en verdad…—el timbre sonó interrumpiendo lo que iba a decir.
Jong se sorprendió ya que no esperaba a nadie, pero podía apostar a que era Minho que otra vez había dejado las llaves en casa. La mente del castaño maquinó un pequeño pero instantáneo plan para ver si Key se ponía celoso, fue rápidamente a abrir la puerta y efectivamente era Minho. Sólo le pidió que le siguiera la corriente.
—Llegaste antes de lo acordado—Jong hablaba muy fuerte.
—¿Sí? —Minho parecía confundido.
—Dame sólo unos minutos y nos vamos. —Jong sonreía mientras Minho lo miraba desconcertado.
Jong entró a la habitación y rápidamente se cambió de ropa, sin importar que Kibum estuviera ahí.
—Creo que es mejor que me vaya—Kibum estaba muy enojado.
—Kibum, no pensé que mi cita se adelantaría tanto. También creo que es mejor que te vayas. —Jong parecía muy entusiasmado con su plan improvisado.
—Ok, entonces nos vemos —Kibum se despidió alzando una mano.
—Kibum espera te iré a dejar afuera. —Jong sonrió disfrutando de la situación.
En silencio salieron de la habitación para encontrarse con Minho sentado donde mismo lo había dejado Jong. Al verlos salir de la habitación el alto hizo una pequeña reverencia en señal de saludo seguido por una sonrisa. Jong guio a Kibum hasta la puerta para luego salir tras él hasta que llegaron al coche.
—Conduce con cuidado.—Gritó el castaño.
—Pásalo bien en tu cita.—Kibum sonrió irónicamente.
Kibum emprendió su camino y Jong regresó victorioso a casa, había logrado ver una pisca de celos en Kibum y eso lo emocionaba. Comenzaba a sentirse atraído cada vez más, Kibum era atractivo, pero no olvidaba que lo había plantado por salir con otro chico.
—¿Para dónde se supone que vamos a ir?—Minho pregunto irónicamente.
—No me molestes, sabes que no iremos a ninguna parte tonto.—Jong respondió serio.
—¿Ese es el chico que te gusta verdad? ¿El que venía por ti en las mañanas? —dijo el alto en tono de burla.
—Cállate rano feo, tú no sabes nada.—Jong estaba avergonzado.
—Si tanto te gusta, ¿por qué no se lo dices? —esta vez Minho sonaba amigable.
—No voy a hablar de esto contigo rano feo, así que me iré a dormir.—El pequeño castaño habló desanimado.
Jong pasó el fin de semana encerrado en casa y la semana que pasó evitó rotundamente a Kibum, no había vuelto a hablar con él desde ese día de su supuesta cita. Kibum por su lado seguía molesto, estaba celoso no soportaba la idea de que Jong saliera con otros chicos y aunque no lo había buscado esos días, lo había visto de lejos en la universidad
Esa semana Kibum se dedicó a sus actividades, tenía que organizar un desfile en dos días y ya casi tenía todo listo por suerte sus compañeros le habían ayudado bastante. Entre tanto que hacer, los días pasaron volando y ni cuenta se dio cuando el día del evento había llegado.
Tenían todo listo. La pasarela, la decoración y también la iluminación, la gente comenzó a llegar y como el anfitrión Kibum estaba en la puerta recibiendo a los invitados, a lo lejos vio a Jonghyun que se acercaba junto al chico que había visto en su casa, a estas alturas ya debían de ser novios, era lo que pensaba el rubio. No le dio gran importancia y los recibió como si fueran cualquier invitado. Jong se sorprendió de la frialdad de Kibum.
El desfile comenzaba y Jong no le quitaba los ojos de encima a Kibum, lo seguía de un lado para otro mientras que el rubio sabía que lo observaban. Así estuvieron todo el evento, con miraditas. Cuando finalizó todos los asistentes se marchaban felices, como siempre Kibum se había lucido con sus creaciones y había dejado muy bien parado su nombre. Jonghyun lo esperaba afuera para felicitarlo; cuando Kibum se enteró tomó a uno de los modelos que le habían ayudado y lo invitó a comer, al parecer este chico estaba interesado en el futuro diseñador ya que al instante aceptó.
Kibum salió con el chico del brazo y muy sonriente al parecer esta vez le tocaba montar el show a él.
—Hola Kibum—Jonghyun saludó animadamente sin soltarse del brazo de Minho.
—Jonghyun, hola. ¿Cómo has estado?—Kibum era bueno actuando.
—Bien Kibum. Vine a felicitarte nos encantó tu desfile de modas eres muy talentoso—el castaño estaba nervioso, no soportaba ver a Kibum con ese chico.
—Gracias por los halagos, espero que tengan buena noche. —Kibum dijo sonriente, mientras seguía su camino con su compañero.
Jonghyun quedó atrás siendo apartado a un lado mientras Kibum se iba con su amigo, fue tanta la rabia que no soportó y no contuvo sus palabras.
—¿Tan poco te duro el amor por mi Kibum?—grito el castaño para que Kibum lo escuchara.
Kibum volteó y se le acercó separándose de su amigo.
—¿Dequé hablas?—el rubio se hizo el desentendido.
—Hace unos días decías quererme, incluso te declaraste y ahora te vas con él—Jong estaba muy enojado.
Key soltó una carcajada irónica.
—Si mal no recuerdo, tú me rechazaste, a poco querías que me quedara mendigándote amor mientras tú te revuelcas en tu casa y quizá dónde más con ese gigantón cara de rana.—Kibum explotó en rabia.
—Ash, tu no entiendes nada. Yo no te rechace sólo dije que no estaba 100% seguro de lo que sentía.—Jong intentaba calmarse.
—Por dios Jonghyun. No tengo tiempo para seguir discutiendo contigo, ve con tu novio y a mi déjame en paz—Kibum sentía ganas de golpearlo, como se atrevía a ser tan descarado para reclamar cosas que él mismo había iniciado.
—No te dejare en paz, porque me gustas, Minho no es mi novio, él sólo es mi amigo, además yo mismo te hablé de él, tu malinterpretaste ese día que fuiste a mi casa.—Jong hablaba muy rápido. Apenas se le entendía.
—¡Mientes! —Kibum negaba con la cabeza mientras observaba a Jong hablar.
Minho se acercó al chico que acompañaba a Kibum y le ofreció llevarlo a casa ya que esos dos terminarían llorando y abrazándose, si es que no terminaban en algo más. Kibum y Jong quedaron solos escupiéndose verdades hasta que ya no aguantaron más.
Kibum corrió al lado de Jong, éste los atrajo bruscamente hacia su cuerpo y lentamente lo besó, algo que deseaba hace mucho por fin estaba cumpliéndose. Pasó sus manos por el cabello rubio de Kibum para profundizar bien el beso. El rubio se aferró al cuello del mas bajito y ambos se sumieron en un largo y profundo beso.
Se detuvieron unos segundos para mirarse fijamente a los ojos y contemplarse. Se tomaron de las manos y caminaron hasta el auto de Kibum.
—Te llevare a casa cariño—dijo Kibum sonriendo.
—No, no quiero ir a casa. ¡Quiero quedarme contigo!—Jong le respondía con una estúpida y babosa sonrisa.
—¿Quieres ir a mi casa?, ni pienses que me acostaré contigo la primera noche—el rubio se puso serio.
—Note preocupes no pretendo eso. Sólo quiero estar a tu lado. Nada más que eso. ¡Bueno, por ahora!—Jong dijo susurrando las últimas palabras a lo que los dos explotaron en risa. Cualquiera diría que estaban mal de la cabeza si hubiesen visto toda la escena que habían protagonizado.
Esa noche la pasaron juntos, volvieron a hablar de cosas sin sentido pero esta vez abrazados. Esa fue la primera de varias noches de insomnio que pasaron ya que no les alcanzaba el día para hablar de todo lo que sentían el uno por el otro.
—Kibum apúrate, que se nos hace tarde—Jong gritaba desde la puerta
—Ya, sólo dame un minuto —Kibum seguía mirándose al espejo.
—Cariño ya casi son las 10. Sólo tenemos 30 minutos—Jong trataba de ser paciente, pero Kibum lo desesperaba.
—Ya estoy listo, ¡vamos! —Kibum llegó a la puerta apresurando esta vez al más bajo.
Esa mañana se reunirían con el chico que había chocado el auto de Kibum y su abogado para llegar a un acuerdo final. Habían quedado de verse a las 10:30 en el mismo café donde se reunieron antes.
Cuando iban saliendo de la casa de Jong, porque la noche anterior habían dormido allí. Se encontraron con Minho que venía llegando después de dos días de no aparecerse por la casa, se subió al carro sin preguntar y les dijo que los acompañaría a donde fueran, que no quería estar solo, la pareja lo miró extrañados y no se opusieron a que los acompañara. Los tres se fueron rápidamente a la cita.
Cuando llegaron se encontraron al abogado Joon y a aquel chico que esta vez lucia el cabello hasta los hombros y un poco más oscuro que la vez del choque. Los 4 se saludaron amistosamente ya que Minho se había quedado en el coche porque según él, tenía sueño.
Acordaron resolver el asunto de los coches mientras tomaban una taza de café y más tarde irían a almorzar todos juntos de manera amistosa.
Luego de un rato resolviendo el asunto, llegaron a un acuerdo y firmaron los papeles correspondientes quedando las dos partes conformes. El chico rubio parecía muy tímido lo que a Kibum le causaba ternura y todo el tiempo lo animaba a que opinara del tema.
—Ahora que ya está todo listo, vamos a comer —añadió entusiasmado Kibum.
—Sí, muero de hambre —Jong respondía animado a su novio.
—Yo también muero de hambre—dijo Minho uniéndose al grupo.
Taemin y Joon miraron raro al moreno.
—Chicos él es mi amigo, no lo miren así.—Jonghyun sonrió.
—Choi Minho, un gusto.—Minho observó a Taemin y sonrió.
—Bueno, ya te presentaste, ahora siéntate que vamos a comer.—Kibum no podía ocultar su mala onda hacia Minho.
La cena resultaba agradable, pero algo incomodaba a Kibum. Minho no dejaba de mirar al chico rubio, parecía devorarlo con la mirada. Kibum parecía predecir que ese chico cara de rana iba tras el tímido y pequeño Taemin, pero no podía creerlo, a Minho le gustaban las mujeres por lo menos eso le había dicho Jong.
—¿Y a que te dedicas? Taemin ¿no?—Minho se dirigió al más pequeño.
—Eh… yo estudio danza. Estoy en primer año.—Taemin respondió tímidamente.
—Que entretenido, ¿tienes novia? —el moreno era muy directo.
—Yo… no, no tengo novia —el pequeño sonrió forzadamente.
—Minho ya deja el pequeño tranquilo—Kibum le reprochó al moreno.
Lee Joon se disculpó y les dijo que debía irse, le habían surgido unos asuntos, Taemin se levantó de su asiento, para irse con él. Se despidió de la pareja amistosamente, pero cuando se acercó para despedirse de Minho sólo le estrechó la mano. Minho le estrechó la mano entregándole una servilleta disimuladamente, se acercó y le susurró al oído.
—Si quieres diversión o simplemente pasar un rato agradable llámame—sonrió.
El pequeño le sonrió mientras guardaba la servilleta en su bolsillo.